domingo, 6 de mayo de 2012

Llegada a Sarria, Lugo


Iba conduciendo el coche y pensaba en  la familia que había quedado en casa.  Me sentía mal me sentía como un niño que se había escapado de casa era una sensación muy extraña por que les había dejado en casa solos. Pero las ganas de la aventura me empujaban ha seguir, no parar, no dar marcha atrás.
 Yo les había dicho ha mi familia que esta aventura necesitaba hacerla solo. También  les dije:
-Os quiero pero necesito hacerlo solo necesitaba pensar  organizar mi vida mis pensamientos sentirme libre aunque solo fuera por unos días necesitaba desconectar, olvidarme de la rutina de la presión de las obligaciones y la forma ,por lo menos yo creo , es el caminar.
 Me habían dicho que aquella experiencia ayudaba mucho ha poner tu vida mas equilibrada. Hacer de tu vida algo mejor,  que tengas más seguridad, al hacer el camino te sientes fuerte porque el camino  es mágico. Es algo especial te hace ser mas humano, o por lo menos  las personas  que han hecho el camino han tenido esas sensaciones.
Yo  necesitaba  experimentarlas y ha eso iba y ha hora que estoy en camino no voy hadar marcha atrás, por que me siento más fuerte para comenzar mi aventura  ponía la radio con mas volumen para calmar mis nervios.
A medida  que  me acercaba al punto donde iba ha comenzar mi aventura, el tiempo se ponía cada vez peor. En  el horizonte se veían nubarrones  que daban miedo,  hacia un viento muy fuerte, caían  chaparrones impresionantes. Lo cual me hacia ver mal la carretera y hacer imposible la conducción.
De vez en cuando veía algún peregrino, era impresionante. Se le veía que lo estaba pasando mal pero el seguía y parecía no importarle ni el viento ni la lluvia como si haría un día total mente agradable yo me imaginaba estar en su lugar y me entraba una sensación extraña excitante como si una fuerza sobre natural te ayudaría ha continuar y a no parar hasta conseguir tu objetivo.
 Me sentía  con ganas de comenzar, pero a la vez  inseguridad. Seguía  dándole vueltas ha la cabeza si yo también seria capaz de hacerlo me decía a mi mismo:
- Ánimo, se valiente que tu puedes, tienes que poder no te rindas ahora porque ya no hay marcha atrás.-Sin embargo  el viento tan fuerte, la lluvia seguían golpeando en el cristal… daban ganas de dar la vuelta.
Mis queridos lectores,  me armaba de valor y decía para mi, va a ser una experiencia bonita y muy gratificante. En ese momento,  me que daban unos cuatrocientos kilómetros y necesitaba parar para relajarme, porque la conducción se hacia difícil por el mal tiempo que estaba haciendo, me tome una Coca-Cola para despejarme.
A medida que me ha cercaba ha SARRIA el tiempo se ponía mas feo y los chaparrones eran mas frecuentes  y el viento no cesaba. Había momentos que movía el coche y me desplazaba hacia el otro carril después de tanta pelea con el volante y haber recorrido los 550 kilómetros  que me separan de casa llego por fin al comienzo de mi aventura  a  esa  experiencia  de la que tanto y tantas veces,  me han contado iba hacer realidad mis sueños.
Aparco el coche, abro el capo y saco la mochila y el palo que me va ayudar  a caminar. Finalmente,  llamo a mi familia para decirles que he llegado ha SARRIA - LUGO y que volveré ha llamarles al día siguiente.  
Para entonces, eran las dos y media de la tarde y hacia una tarde muy agradable.  Como si el mal tiempo que había tenido en el viaje, fuera cosa del pasado. Cargue la mochila en la espalda y poco a poco fui subiendo hacia el casco viejo donde estaba la calle donde había varios alberges, allí en el más cercano, entre sin miramientos. 




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