El albergue de Sarria

¡Hola mis queridos lectores!


¡Ya estoy aquí! Bueno, por donde iba...¡AH, si...!


Entro en el albergue y había un chico tras del mostrador.
Le saludo y me pide la credencial. La credencial, es una cartulina donde la piden en los albergues para 
confirmar que estas haciendo el camino. Si no la tienes, no eres peregrino. Así de simple, y  por supuesto, no te dejan dormir en el albergue.


Se la doy, la sella y me dice que puedo elegir habitación. Que suba a la segunda planta, puerta numero seis.


Cuando entro vi que estaba todo muy limpio, daba gusto estar dentro de la habitación. 
Había dos literas con dos camas. El baño no estaba dentro de la habitación sino en el pasillo pero al final ha unos tres metros de la habitación.


Podría decirse que era comunitario, para varias habitaciones. Dentro del baño había varios inodoros. Por desgracia no los suficientes y la verdad que seria difícil ya que, estarían todos ocupados.


En efecto así  era, por suerte, casi siempre tenias la opción de bajar al piso de abajo. Ya que había mas baños. Allí en el cuarto, elijo  según entro por la puerta la litera de la derecha la de abajo. Siempre es mas fácil levantarse para ir al baño.


Ya se sabe,  yo soy de ir por las noches muchas veces. Dejo mi mochila y mi palo junto a la cama y me voy a dar una ducha. La verdad es que, cuando se ducha uno después de un viaje tan largo se siente estupendamente bien.


Al terminar, cuelgo mi toalla en el único radiador que había en la habitación.  
Me echo en la cama bueno parece cómoda creo que voy ha dormir esta noche muy bien.
Me pongo la radio para saber el tiempo que voy ha tener al día siguiente y cansado del viaje me quedo dormido .


No se el tiempo que llevaría dormido, me despierto por el ruido al abrir la puerta. Un peregrino entra en la habitación abro los ojos y me saludo. Me levante y le di la mano. Se presento como Juan.



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